Daniel Casanova

Romper con los patrones de conducta.

Si queremos reflejar la luz de Cristo, tenemos que romper con los patrones de conducta.

 

Las joyas de fantasías son aquellas que tienen un baño de oro. Aunque, se parecen a las de verdad, no tienen la misma calidad. Las joyas de fantasía y los cristianos tibios comparten el mismo desprecio de parte de Dios, porque no son si una cosa ni otra; no vale para nada.

Por eso, ayer nos quedamos con una pregunta en el aire: ¿Cómo dejar de ser una joya de fantasía?

Para que eso ocurra, es necesario que los siguientes pasos se lleven a cabo:

  1. Romper con los patrones carnales de las cosas pasadas.

2 Corintios 5:17 «De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.»

Nosotros traemos patrones de conducta de la vida sin Cristo, y estos patrones tienen que ser sustituidos por los nuevos operados por el Espíritu Santo. Estos patrones de conducta están tan arraigados en nuestra existencia que ya lo aceptamos como normales. Pero, cuando el Espíritu Santo hace que estos patrones surjan ante nuestra atención; entonces,  tenemos que tomar una decisión a: aceptarlos o a tener un rechazo total. Además, cuando pasamos tiempo con Dios en oración y lectura de la Biblia, esos patrones se rompen. Aunque con honestidad hay que reconocer que eso muy difícil. En algunos casos, se le hace dificultoso al cristiano creer que las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.

Los patrones de conducta

¿Cómo se forman estos patrones de conducta?

En el momento de creer en Cristo para salvación, nacemos de nuevo, comenzamos una nueva vida. Es una experiencia maravillosa saber que Dios nos ofrece la oportunidad de comenzar de nuevo y nos da la capacidad de enmendar casi todas las cosas.

Hay cosas que Dios no las quita de forma instantánea. Hay vicios y costumbres que fuimos formando en nuestra vida a través de los años.

Somos salvaos en el momento de creer; pero las costumbres y hábitos dañinos se quedan ahí para que nosotros lo quitásemos con la ayuda de Dios.  Es algo en el cual tenemos que trabajar, quedan ahí como señal que es nuestra responsabilidad. Dios nos quiere ensenar a través de ese proceso de romper con los patrones de conducta a depender de El completamente, Es un proceso de crecimiento espiritual.

La Biblia llama a estos patrones de conducta negativos, pecados ocultos. Son ocultos porque como llevamos mucho tiempo cometiéndolos, ya nos acostumbramos a ellos, y lo vemos muy natural. No estamos conscientes que desagradan a Dios. Lo cometemos de forma inconsciente.

Te pongo un ejemplo. Antes de convertirte a Cristo, inflabas los números en tu declaración de impuestos. Eso para ti, era muy normal y sin importancia. Ahora, que eres cristiano tienes la tendencia a seguir haciéndolo hasta un día que Dios te muestra que eres un mentiroso.

Te pongo otro ejemplo. Para ti era muy normal pensar siempre primero en ti y hacer decisiones pensando siempre en ganar y sacar provecho personal. Un día Dios te muestra que eres un egoísta. Una persona egoísta tiene patrones de conducta negativos porque nunca piensa en hacer el bien solo para beneficio ajeno. El egoísta cuando hace algo su mayor preocupación es que beneficio hay para si mismo.

Otro ejemplo. Antes de conocer a Cristo, practicabas el chisme, los celos, la crítica, el hacer juicio; y ahora que eres cristiano o cristiana lo sigues haciendo. Es un conducta que se repite casi inconscientemente. Hasta un día, que Dios te muestra que es pecado.

Rompiendo con los patrones de conducta.

¿Cómo se rompen esos patrones de conducta?

Es muy duro romper con algún patrón de conducta porque se han formado durante mucho tiempo, y llevan con nosotros muchos años. Pero se pueden romper.

  1. Escucha a Dios. Pon atención a los que Dios tiene que decirte. Comienza a tener tu tiempo devocional diario. A través de la intimidad con Dios, recibirás el conocimiento de quién eres en verdad. Dios te revelara tu verdadera naturaleza.
  2. Interpreta o reconoce a esos hábitos como pecados. Hasta ahora eran pecados ocultos, pero desde ese momento en adelante, ya no son ocultos. Eso se llama confesar tus pecados a Dios. 1 Juan 1:9, dice que, ‘si confesamos nuestros pecados, El es fiel y justo para perdonarlos’.
  3. Decide cambiar. Dale permiso a Dios a que te cambie: El no solo te muestra o revela los pecados ocultos, también te dará la fuerza para romper con ellos.
  4. Forma un plan de acción. ¿Cómo vas a lidiar con el patrón de conducta negativo? Establece nuevas metas a corto plazos. Recuerda, primero, dar ‘pasos de niños’, antes de correr. Una vez que defines el patrón de conducta negativo, estas en mejor posición para conquistarlo. Salir de la etapa de autonegación,  es el primer paso la conquista.
  5. Pide perdón a Dios, y perdónate a ti mismo; y comienza de nuevo. La clave está en que sepas manejar tus expectativas, de manera que, seas realista y veas con claridad que la vida cristiana es con altas y bajas; victorias y derrotas. Lo importante es avanzar despacio hacia adelante.

El perdón limpia el pasado. La culpa se enfoca en el pasado; el perdón en el futuro. Dios conoce tu pasado y te perdona; haz tu lo mismo. No dejes que Satanás te ate a un pasado que no puedes cambiar. Cuando te caes, y vuelves a un comportamiento negativo, sacude el polvo del camino, te levantas, y retomas la carrera. No te quedes paralizado. Los que llegan a la meta, y ganan no son aquellos que nunca han caído; sino, aquellos que se han levantado, y retomado la carrera.

6. Chequeas constantemente de lo que haces y  tan pronto como te des cuenta que estás repitiendo un patrón de conducta negativo ¡Detente! y Pide perdón a Dios y comienza de nuevo. Elige actuar de forma consecuente con el plan de Dios para tu vida.