Daniel Casanova

Dejar de vivir dos vidas.

Si queremos reflejar la luz de Cristo, tenemos que dejar de vivir dos vidas.

Hoy seguimos con el segundo paso para quitar el baño de oro de una vida manchada por la desobediencia. La gloria de Dios surge con todo Su resplandor desde el interior del creyente obediente. La fórmula espiritual es,  a más obediencia más luz. Dejar el baño de oro, es dejar de tener una fachada de religiosidad, vivir un cristianismo adulterado con el mundo, para vivir un cristianismo autentico; marcado por el reflejo de Cristo.

¿Te gustaría que Dios quite ese baño de oro y te purifique completamente?

El pecado nos desvaloriza; y nos engaña creando una falsa seguridad porque pensamos que estamos bien, cuando realmente sabemos que estamos mal. El cristiano que no esta reflejando la luz de Cristo en su vida, se engaña a si mismo, si piensa que esta bien con Dios.

El cristiano tiene integridad moral y espiritual cuando actúa de la misma manera siempre. Se puede confiar en una persona que se comporta consecuente con lo que cree; y se esfuerza por crecer espiritualmente. Un verdadero discípulo de Cristo busca agradarle en todo, pero a veces cae en la dicotomía entre el querer y el hacer.

El Apóstol Pablo, nos dice en Romanos 7, lo siguiente:

Vr. 15 Porque lo que hago, no lo entiendo; pues no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco, eso hago.

17 De manera que ya no soy yo quien hace aquello, sino el pecado que mora en mí.

18 Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo.

19 Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago.

Hay una lucha espiritual en el corazón de cada discípulo,  inclinación innata a  la desobediencia.. El cristiano que desea agradar a Dios con su vida debe ponerle atención a su estilo de vida.

El cristiano siempre está frente a la tentación de vivir dos vidas: la que desea vivir y la que realmente vive.

Nuestro Señor Jesucristo, nos dice que: “Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.”   (Mateo 6:24) No puede amar a dos señores: Ama a la carne o ama al Espíritu. El cristiano que trata vivir dos vidas¸ es miserable en las dos.

Es una aleación muy mala entre el cristiano y ‘la comunión con el mundo’ Un cristiano mundano (si eso fuera posible) no puede ser feliz.

El Apóstol Juan en su primera carta nos recuerda que :  “No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él.” (1 Juan 2:15)

Es muy difícil, y doloroso  tratar de vivir dos vidas a la vez. Porque, es un estilo de vida, que no agrada a nadie, ni al diablo, ni a Dios. Las personas que no son frías, ni calientes es repulsión a Dios. “Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca.” (Apocalipsis 3:16)