Después de su muerte, el ministerio de Jesús se prolongó en la vida de la iglesia primitiva y continúa hasta el día de hoy a través de las vidas de sus seguidores.
El libro de los Hechos es la historia de esos primeros creyentes, que buscaron vivir las enseñanzas de Jesús en su tiempo por medio del poder del Espíritu Santo.
Aplicación personal.
Su historia es nuestro ánimo: a pesar de las dificultades, la iglesia puede sobrevivir y aún florecer. Transformación, avivamiento y el crecimiento de la iglesia vienen, no solo por esfuerzos humanos, sino en colaboración con el Espíritu Santo.
Estructura del libro.
El libro abarca un período de treinta años de historia.
Los capítulos iniciales nos relatan cómo la iglesia comenzó a multiplicarse a través de la presencia y poder del Espíritu Santo.
Se produjo un crecimiento dinámico a medida que el evangelio derribó los antiguos muros culturales entre judíos y gentiles.
Luego, la iglesia expandió su testimonio geográficamente más allá de Jerusalén.
Pedro y Pablo son los personajes principales:
• Pedro como el ancla de los creyentes en Jerusalén y
• Pablo alcanzando nuevas tierras como el primer gran misionero hacia los gentiles.
1. Testigos en Jerusalén. Capítulos 1 al 6.
2. Testigos en Judea y en Samaria. Capítulos 8 al 12
3. Testigos hasta lo ultimo de la tierra. Capitulo 13 al 28.
Versículos Clave:
Hechos 1:8, “pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra”.
Hechos 2:4, “Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen”.
Hechos 4:12, “Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos”.
Hechos 4:19-20, “Mas Pedro y Juan respondieron diciéndoles: Juzgad si es justo delante de Dios obedecer a vosotros antes que a Dios; porque no podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído”.
Hechos 9:3-6, “Mas yendo por el camino, aconteció que al llegar cerca de Damasco, repentinamente le rodeó un resplandor de luz del cielo; y cayendo en tierra, oyó una voz que le decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? El dijo: ¿Quién eres, Señor? Y le dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues; dura cosa te es dar coces contra el aguijón. El, temblando y temeroso, dijo: Señor, ¿qué quieres que yo haga? Y el Señor le dijo: Levántate y entra en la ciudad, y se te dirá lo que debes hacer”.
Hechos 16:31, “Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa”.