Jesús anda sobre el mar
Mateo 14:22-33, Mr. 6.45-52; Juan. 6.15-21.
ORAR.
- La expression verbal, audible.
- El conocer la voz.
- El silencio para escuchar la voz. Es la oportunidad para escuchar y distinguir la voz.
ESPERAR.
- Esperar por la orden de Jesús.
- Creer en la posibilidad de un milagro. Si no se cree que los milagros ocurren, o no se cree que no es posible que Dios intervenga a favor del ser humano, poco esfuerzo se pondrás para orar.
- Si no crees que alguien te escucha, y le va a poner atención a tu oración, entonces, no le ves mucho sentido orar.
CONFIAR.
- La obediencia es actuar dentro del perímetro de la orden. Fe es saber con seguridad, que Dios es soberano (actúa como desea) y que es poderoso (actúa lo imposible).
- Confiar es descansar en sus promesas, y actuar en consecuencia a ellas.
Hoy quiero enfocarme en la historia de Jesús caminado sobre las aguas que está en Mateo.
Vamos a ver esta historia desde un punto muy conocido pero solo lo trata Mateo. Cuando Marcos y Juan narran la historia pero, dejan este detalle fuera.
Hoy en día vivimos un evangelio humanista, donde el centro es el hombre, lo que el hombre puede confesar, proclamar, hacer para Jesús. Nos quieren hacer creer que, todo lo que se necesita es tener fe. Nos hemos ido a un extremo muy peligroso.
Creo, que hemos caído en el pecado, que Satanás trató hacer caer a Jesús: ‘si eres el hijo de Dios, convierte estas piedras en pan.’
Entonces, como somos hijos de Dios, nos atrevemos a convertir esas piedras en pan. Seguimos un evangelio de: “sueñas grandes cosas para Dios, visualiza el poder de Dios saliendo de tu vida, todo lo que necesitas es tener fe, el milagro está en tu boca, siembra (generalmente en dinero) y Dios te multiplicara 100 veces mas. “ Tremendo negocio puedes hacer en tu vida, con solo creer, lánzate al mar, y veras como caminas sobre el.
Así piensan y pretenden que la vida cristiana es todo acerca de ellos y sus necesidades. Para ellos, el éxito o fracaso en la vida cristiana depende de toda la fe que se pueda tener, de todas las promesas de Dios que se puedan reclamar. En la superficie parase muy espiritual, pero en el fondo, son muy carnales.
Detente ahí un momento, no es tan simple. Cuantas veces, te has lanzado, has creído, y te has hundido, Dios te ha decepcionado. Creíste sinceramente, actuaste y fracasaste, el milagro no se realizó. No Caminantes sobre el agua, como habías creído que sucedería.
Esta, por otro lado, el cristiano que vive en derrota todo el tiempo, que desconoce su identidad en Cristo, y esta a la merced de todo problema en la vida. Vive sin el gozo abundante que Cristo promete a sus seguidores.
No ve la necesidad de reclamar la vida milagrosa, las promesas de Dios para sus hijos.
Pedro camino sobre las aguas. Veamos lo que el hizo, que debemos imitar de su ejemplo:
Mateo 14
22 En seguida Jesús hizo a sus discípulos entrar en la barca e ir delante de él a la otra ribera, entre tanto que él despedía a la multitud.
23 Despedida la multitud, subió al monte a orar aparte; y cuando llegó la noche, estaba allí solo.
Juan 6: 17. Da la idea de que ellos se cansaron de esperar por Jesús, porque se hacía de noche.
¿Por qué no esperaron por Jesús? ¿Cómo se van a ir sin Él?
¿Conoces a alguien que, cansados de esperar, ver el peligro, se apresura actuar, y se montan en la barca sin Jesús?
“Noche” podría ser en cualquier momento de la tarde poco antes de la puesta del sol. Los discípulos probablemente esperaban cubrir la corta distancia entre Betsaida y Capernaúm mientras duraba la luz del día. Ahora la oscuridad había caído antes de que cruzaran el lago.
El hecho de que “Jesús aún no se había unido a ellos” puede implicar que esperaban a que lo hiciera y esperaron hasta el último minuto.
El Mar de Galilea es susceptible a tormentas repentinas.
Está a más de 600 pies bajo el nivel del mar y rodeado de altas colinas.
Después de remar tres o cuatro millas, los discípulos vieron a Jesús acercándose a ellos, caminando sobre el agua. Los discípulos estaban asustados hasta que Jesús se identificó y entró en la barca.
Jesús caminó sobre la superficie del mar. El caminar de Jesús sobre el mar fue una poderosa demostración de su soberanía sobre el mundo que creó.
24 Y ya la barca estaba en medio del mar, azotada por las olas; porque el viento era contrario.
Sin Jesús en la barca, se puede remar, se puede avanzar un poco. Habían remado unos 5 o 6 kilómetros (3 o 4 millas) hacia el centro del lago.
Recordemos, que Juan era hijo de pescador, y el mismo desde muy joven ya pescaba con su padre. Juan conocía bien esa zona ahí.
—“Vamos, yo conozco bien este lago, aquí yo he estado muchas veces”.
Al principio va bien. Lo estas logrando, vas remando sin problema. Se siente que se ha llegado al éxito sin Jesús.
Distancia considerable de la tierra.
¿Por qué Dios espera que estemos en medio del mar, en la tormenta para venir a encontrarnos?
Poco después, ya adentro, comienza la tormenta.
No sabemos con exactitud cuando va a comenzar los vientos de tormenta, y nadie te puede garantizar cuando van a surgir la tormenta, lo que si te puedo asegurar es que, cuando menos lo espera, surge.
25 Mas a la cuarta vigilia de la noche, Jesús vino a ellos andando sobre el mar.
26 Y los discípulos, viéndole andar sobre el mar, se turbaron, diciendo: ¡Un fantasma! Y dieron voces de miedo.
27 Pero en seguida Jesús les habló, diciendo: ¡Tened ánimo; yo soy, no temáis!
28 Entonces le respondió Pedro, y dijo: Señor, si eres tú, manda que yo vaya a ti sobre las aguas.
29 Y él dijo: Ven. Y descendiendo Pedro de la barca, andaba sobre las aguas para ir a Jesús.