Hoy vamos a ver el cuarto y el quinto puntos que vemos en la historia que hemos estado estudiando, Repasemos el pasaje:
Dice el relato Bíblico en Marcos 2:1-12 (Traducción en lenguaje actual)
Después de varios días, Jesús regresó al pueblo de Cafarnaúm. Apenas se supo que Jesús estaba en casa, 2 mucha gente fue a verlo. Era tanta la gente que ya no cabía nadie más frente a la entrada. Entonces Jesús comenzó a anunciarles las buenas noticias.
3 De pronto, llegaron a la casa cuatro personas. Llevaban en una camilla a un hombre que nunca había podido caminar.
4. Estos cuatro hombres entendieron la importancia de trabajar en equipo para lograr el objetivo.
“Mejor es dos que uno”
Moisés se sintió solo llevando el trabajo de guiar al pueblo en su travesía por el desierto. En el libro de Números esta su oración desesperada por ayuda. Veamos el pasaje bíblico en Números 11:14-17 (Traducción en lenguaje actual)
14 »Por mis propias fuerzas, yo solo no puedo llevar a este pueblo; ¡es demasiado trabajo para mí!
15 Si vas a seguir tratándome así, mejor quítame la vida. ¡Me harías un gran favor! ¡Ya tengo suficientes problemas con esta gente!
16 Dios le respondió a Moisés:
—Reúne de entre el pueblo a setenta ancianos que sean líderes. Llévalos al santuario, y que esperen allí. 17 Yo bajaré entonces y te hablaré. Pondré en los ancianos una parte del espíritu que está en ti, para que te ayuden a dirigir al pueblo; así no tendrás que hacerlo todo.
La solución fue trabaja en equipo con setenta ancianos de Israel. El trabajo cuando se comparte y se hace más rápido y mas tolerable.
Otro pasaje bíblico que nos recuerda la importancia del equipo es Eclesiastés 4:9-10
Más valen dos que uno solo, pues tienen mejor remuneración por su trabajo. Porque si uno de ellos cae, el otro levantará a su compañero; pero ¡ay del que cae cuando no hay otro que lo levante!
- La cooperación produce éxito y proporciona protección contra los codiciosos.
- Dos son mejores que uno porque:
Primero, tienen un buen rendimiento (v. 9);
Segundo, pueden ayudarse mutuamente (v. 10);
Tercero, pueden proporcionar calor mutuo (v. 11);
Cuarto, duplican la fuerza v. 12).(
Dios nunca llama a ninguno de Sus hijos a “ir solo” en sus andar con Él. Nos necesitamos unos a otros, no solo para recibir ayuda y aliento, sino también para dar la ayuda.
Pablo en una de sus cartas reconoce que también ha sido parte con otros en el proceso de plantar iglesias. Pabla sabe que ha sido un trabajo en equipo la cosecha: uno riega, otro siembra, y otro cosecha. Los que trabajan lo hacen en unidad, y en humildad al darle la Gloria a Dios, quien da el crecimiento.
1 Corintios 3:6-9
Yo planté, Apolos regó, pero Dios ha dado el crecimiento. Así que ni el que planta ni el que riega es algo, sino Dios, que da el crecimiento. Ahora bien, el que planta y el que riega son una misma cosa, pero cada uno recibirá su propia recompensa conforme a su propia labor
1 Corintios 12:12-30
Porque así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, aunque son muchos, constituyen un solo cuerpo, así también es Cristo.
Cuando se trabaja en cooperación con otros de una manera coordinada, armónica y enfocada, se aprovecha las fortalezas de cada cual a favor del grupo.
Poco se logra de forma independiente, en un ambiente competitivo, y lleno de protagonismo personal o rivalidad interna.
Finalmente, veamos el quinto punto de este bello pasaje, de la curación del paralitico por Jesús.
5. Estos cuatro hombres fueron humildes para desaparecer del centro de atención. Ellos entendieron perfectamente su rol o papel. Simples instrumentos para traer al enfermo a Jesús, y después desaparecer de la escena.
No buscaron reconocimiento, ni recompensa humanas por su esfuerzo.
Ni los evangelios mencionan su nombre. Aunque el hombre no vea nuestro esfuerzo, Dios si lo ve. El gozo de ver a un enfermo sanado debe ser nuestra recompensa.
No sabemos, quien reparo el techo, ni de quien era la casa, ni quien pago por la reparación, pero si sabemos, que nada de aquello fue importante en ese momento. Jesús estaba allí y los enfermos lo necesitaban.
Dios siempre provee cuando hay una iglesia dispuesta a pagar el precio por tal que UNO llegue a Jesús y sea sanado.
Las personas humildes hacen las buenas obras sin esperar recompensas humanas. No pretenden ocupar el lugar que solo le pertenece a Cristo.
Los cuatro amigos se deslizaron fuera de la casa llena de gente, cosa difícil para el ego humano. El centro de atención esta en Jesús, no en nosotros. Esa fue la actitud de estos cuatro hombres.
Las palabras de Juan el Bautista, en el evangelio de Juan – es necesario que el crezca, pero que yo mengue (Juan 3: 30), debe ser siempre nuestro punto de referencia.
Juan el Bautista nos deja una gran enseñanza en su humildad. El reconocía a nuestro Salvador Jesús, como El Cristo, el Cordero de Dios. Juan el Bautista estuvo dispuesto a reconocer quien era Jesús, y cual posición, tenía que ocupar. Juan aceptó que el tenía que, darle paso a su venida, para que se estableciera el REINO de DIOS en los hombres.
Nosotros debemos imitar la actitud de este gran profeta de Dios, y reconocer y permitir, que el Espíritu Santo haga la obra en cada uno de nosotros, primero recibiéndolo en nuestro corazón, obedeciéndole en todo, para que El dirija nuestras vidas, porque la vieja forma en que nos habíamos comportado, no agrada a Dios y por lo tanto tampoco debería agradarnos a nosotros. Dios bendice al humilde, pero humilla al de espíritu altivo.
Santiago 4:6 Pero Él da mayor gracia. Por eso dice: «Dios resiste a los soberbios, pero da gracia a los humildes.
Conclusión
El esfuerzo del cristiano rinde resultados más allá de sus expectativas. Dios va más allá de cualquier idea o expectativas humanas: cosas grandes y ocultas tiene para aquellos que oran como si todo dependiera de Dios, pero trabajan como si todos dependieran del esfuerzo humano.
Los cuatro amigos querían que Jesús sanara a su amigo, sin embargo, Jesús le perdonó sus pecados.