LA NECESIDAD.
El hombre tiene hambre. Unos de fama, otros de fortuna, otros por descubrir lo desconocido, otros por dejar una huella importante en su caminar por la vida, otros de poder y conquista. Esa hambre crea las más grandes obras en beneficio de la humanidad, o los más grandes escombros en su paso destructivo. Hay hambre de algo, pero no se lo puede explicar y ni mucho menos, satisfacer por sí mismo. Jesús mismo lo dijo: “sin mi nada podéis hacer.’ (Juan 15:4,5)
La humanidad en su carrera para satisfacer ‘esa hambre interna’, crea un desequilibrio en una de las tres áreas, o en las tres: en área física, emocional y espiritual. ¿Por qué un desequilibrio? Porque es la incapacidad de tener estas tres áreas satisfechas al mismo tiempo. Si nos ocupamos del área física, nos descuidamos de la emocional o la espiritual. El balance es la perfección; y ya todos sabemos que, ‘no hay alguien perfecto en esta tierra.’
¿Hemos tenido alguna vez hambre? ¿Te has acostado alguna vez con hambre? ¿Ha llegado el tiempo de dormir, necesita algo para comer? El hambre no deja dormir. De la misma forma, tienes necesidades espirituales y emocionales. El hombre es más que materia. Hay algo impreso en ti, que te hace llorar, reír, amar, sentir emociones y tener sentido creativo y de superación. El hambre existe cuando las necesidades humanas no son satisfechas en alguna de estas áreas. Por ejemplo:
- Necesidades fisiológicas. Respiración, alimentación, descanso, amor (sexual).
- Necesidades de seguridad: protección contra el peligro, el miedo.
- Necesidades de afiliación: social, compañerismo, amistad.
- Necesidades por el reconocimiento: Autoestima, respeto, valoración de sí mismo.
- Necesidades de autorrealización: Desarrollo de talento, dejar un legado, contribuir en su entorno social.
Dime, ¿dónde encontrar el pan para calmar el hambre de estas grandes necesidades del ser humano? Los grandes esfuerzos no han sido pocos: desde los libros escritos, los manuales de superación personal, la elaboración de los conceptos filosóficos y religiosos. ¿No has notado que cuando se avance por un camino, se atrasa por el otro? Eso es el modo de Dios de aclararnos los limites y recordarnos que sin El estamos insatisfechos.
Hay necesidades humanas que no se pueden saciar con alimento físico.
Nos recuerda Jesús que: “No solo de Pan vivirá el hombre” (Mateo 4:4)
Deuteronomio 8:2-3
2 Y te acordarás de todo el camino por donde te ha traído Jehová tu Dios estos cuarenta años en el desierto, para afligirte, para probarte, para saber lo que había en tu corazón, si habías de guardar o no sus mandamientos.
3 Y te afligió, y te hizo tener hambre, y te sustentó con maná, comida que no conocías tú, ni tus padres la habían conocido, para hacerte saber que no sólo de pan vivirá el hombre, mas de todo lo que sale de la boca de Jehová vivirá el hombre.
Con esto Dios quiso enseñarles que, aunque les faltaba el alimento, podían confiar en sus promesas y en sus palabras. El mismo Dios que crea la necesidad, también crea la provisión.
Más allá del alimento físico, la mayor necesidad que tiene el hombre en esta vida es una relación íntima con Dios y depender de Él.
“Jehová es mi pastor, nada me faltará” (Salmos 23:1)